Un viajero del tiempo; una mirada distinta a la vida en el Paraíso; la parábola sobre una impaciencia universal; un pasado que regresa en los ojos de un niño; el episodio del pequeño carpintero que prefigura la tragedia redentora; fábulas y leyendas que dan otra versión de la historia del hombre; el premio que convoca a las voces de los otros que forman parte de uno, como en una sinfonía fantástica; un misterio que anida en la historia de nuestra Córdoba, y que vuelve, como el tiempo en círculos. Cada cuento de El árbol de la vida es una muestra de las dimensiones que tiene la existencia. Dimensiones que, necesariamente, deben escapar a la lógica, para ser comprendidas con profundidad.
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